«En el quieto silencio de la casa, con la barriga llena con la comida que ella le había preparado y bebiéndosela con los ojos… las cosas pasaron de complicado a completamente caótico.
Él la deseaba. Con un hambre que iba a ponerlos a ambos en un maldito aprieto.
— ¿Isaac?»
Él la deseaba. Con un hambre que iba a ponerlos a ambos en un maldito aprieto.
— ¿Isaac?»
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